DESCUBRÁMOSLA A TRAVÉS DE LAS REVELACIONES QUE RECIBIÓ EL BEATO BERNARDO F. DE HOYOS DEL CORAZÓN DE JESÚS
Cinco días son los decisivos e inolvidables en la vida de Bernardo donde podemos vernos reflejados. Sigamos estos días de mayo para comprender que la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús es lo que su palabra, derivada del latín "devoveo", significa: "una entrega a Dios y a su servicio".
Sus fines, la CONSAGRACIÓN y REPARACIÓN son los medios necesarios para la implantación de su Reinado.
Esto hace que no puedas echar de ti Su pensamiento. Él va mostrando su Voluntad sobre ti y aprendes a escuchar su Voz que te habla al corazón y a reconocer sus disposiciones. Es el "HÁGASE" de María... has de vivir tu consagración a su Corazón Inmaculado para que su Fe "triunfe" en ti y des tu "fiat" a la Voluntad del Padre.
¡Qué pobreza palpa el instrumento para servir a Dios dejando que Dios se sirva de él!
Por la consagración eres pura pertenencia suya... eres el sello puesto en su Corazón (Ct 8, 6), Él lleva tu marca y tú llevas la suya sobre el tuyo. Os une una ALIANZA: Por tu parte, "buscarás el Reino de Dios y su justicia", y de lo que "se te dará por añadidura" se encargará Él (Mt 6, 33). De modo que tú velas por sus intereses y Él por los tuyos.Como eres de Él, has de dejar obrar a su Providencia en lo que respecta a sus designios contigo: ella te guiará. Es el momento de la CONFIANZA: "Sagrado Corazón de Jesús, en tí confio".
"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, y con todas tus fuerzas" (Mt 12,30). Estos son los efectos que deja el Divino Corazón cuando se muestra todo abrasado en amor y condolido por lo poco que se le estima: Brota la REPARACIÓN, deseo de compensar ese desamor, de amarle por los que no le aman.
En lo que el Señor quiere se gane por nuestro medio, vendrán las dificultades. San Miguel nos asistirá en nuestras luchas para vencerlas como promete. El que teme sufrir, sufre de temor.
Es en la contemplación y adoración de su Corazón Eucarístico abrasado en amor, donde uno es movido a ofrecer hasta la última gota de sangre para su gloria. En este océano de fuego de amor que es la EUCARÍSTIA, es donde quedamos sumerguidos en su Corazón, donde queda el nuestro inundado, purificado y encendido. Al comulgar la Sagrada Hostia, cierra y cubre nuestro miserable corazón dentro del suyo. Después de esta íntima unión has de propagar el fuego de su Amor, sino se comunica se apaga.
Sin perder su Presencia uno come, duerme, habla... y en todas partes palpa el alma el Corazón de su amado: "TODO ES PRESENCIA Y GRACIA".
Por la herida te convida a entrar para tener en su Corazón tu palacio, castillo y muro en todo lance. En su mansedumbre y humildad de corazón (Mt 11, 29) tendrás "el descanso para siempre, morarás en Él porque lo has elegido" (Sl 131)... has elegido su mansedumbre y humildad para tu corazón, y solo en ellas asegurarás tu PAZ.
A través de la lectura orante de la Palabra de Dios, tenemos acceso a su historia de Amor. Quien la desprecia, está despreciando lo que hay en lo íntimo de su Corazón, y quien gusta de sus riquezas es para que, por su medio, también las gusten otros.
¡REINE EN TI Y CON MÁS VENERACIÓN QUE EN OTRAS!
Sé cauce para la extensión de su Reinado.