¿QUÉ ES Y QUÉ SIGNIFICA ESTA BASÍLICA?

Esta Basílica no es una más entre las que hay en España, ni es una iglesia más de las tantas que hay en Valladolid, es un TEMPLO EXPIATORIO  con carácter nacional, donde debería acudir España entera para rendir tributo y adoración como confesión permanente al Corazón Divino que se apareció en él al Beato Bernardo F. de Hoyos. 

Aquí se pronunció por España , asegurando con su Promesa, que sería la porción escogida de su Reino en la tierra, y es aquí en donde, en justa correspondencia, España ha de pronunciarse por el Corazón de Jesús. Las "predilecciones" de Dios, no son sino tareas, misiones encomendadas que Dios hace a los hombres para que sigan siendo mediaciones de su gracia. No se trata de "presumir", sino de responder comprometiéndose. Y en este sentido, a los españoles se nos pedirá una cuenta más estricta de como hemos vivido y trasmitido el Amor de Dios.

Al decir "Reinaré en España", no excluye el que venga a reinar en otras naciones, solo que aquí afirma que lo hará "con más veneración": "A TI TE LLAMARAN MI FAVORITA Y A TU TIERRA DESPOSADA" (Is 62, 4). Su Reinado ha de extenderse a toda la Iglesia Universal de todo el mundo. Esta nota de universalidad aparece en todos los escritos del P. Hoyos.
Jesús, eligiendo a doce apóstoles, solo a tres escogió como a sus íntimos. Y, de esos tres, solo uno fue "el predilecto", recostando la cabeza en su pecho. Algo así ocurre con los templos: solo Dios puede elegir y constituir los santuarios y depositar en ellos una virtud secreta que atraiga a los pueblos y donde la oración tenga un valor muy especial. De estos, solo unos pocos son escogidos como Templos Expiatorios para acompañar su soledad y reparar su abandono, sin embargo, de estos, solo esta Basílica de la Gran Promesa es "el predilecto" (Jn 13, 23), ya que en este fue donde Bernardo entró, como el apóstol san Juan, en la intimidad secreta de su Corazón haciéndose su confidente para la implantación, afianzamiento y extensión del Reinado de su Corazón en la España de entonces, con Hispanoamérica y Filipinas. 

Todas las manifestaciones exteriorizadas en Monumentos, Templos, Altares, Apostolados, Asociaciones,... tuvieron su origen principal aquí donde ocurrieron hechos sobrenaturales.

Esta basílica es, sin duda, el Templo más Eucarístico que tenemos, ya que en él, Jesús mostró su Corazón uniendo su devoción al Santísimo Sacramento: "ESTE CULTO MIRA AL CORAZÓN SACRAMENTADO COMO A SU OBJETO, AQUÍ LOGRA DE LLENO SUS ANSIAS AMOROSAS" (Revelación del 10- Mayo-1733).
 

"En el Stmo. Sacramento se muestra más patente el amor de Jesús para con los hombres y las malas correspondencias de éstos para con Jesús, el principal ejercicio de este culto es el que mira a aquel su amante Corazón, explicando finezas en la Eucarístia y experimentando en ella al mismo tiempo ingratitudes. Por eso, señaló Jesús el día después de la Octava del Corpus para la celebridad de su fiesta y mandó expresamente a la V. Margarita, como principal obsequio, la comunión de este día" (Tesoro Escondido).

Un anuncio decía: Si crees en Dios, ¿por qué vives como si no existiese? Si crees que aquí se apareció Nuestro Señor Jesucristo al Beato Bernardo de Hoyos para revelarnos su Amor Misericordioso en la sede de su Corazón, ¿por qué nuestra respuesta es como si no hubiese ocurrido tal cosa? 
 
"El Papa Pío XI aprobó la Obra del Santuario como Nacional y la bendijo y recomendó a todos los españoles anhelando que cooperase España entera". Todos contribuyeron con aportaciones para su embellecimiento: Prelados, sacerdotes, distintas diócesis y sus parroquías, órdenes religiosas, seminarios, entidades políticas, civiles y militares, y donativos de hombres y mujeres de toda clase y condición social. 
El Papa lo creyó, muchos también, ¿y nosotros?

No se contentó Dios con hacernos partícipes de sus revelaciones en Paray-Le-Monial para el bien de su iglesia como las demás naciones, sino que quiso reforzarlas con otras peculiares para la nuestra y para los pueblos que giraban en torno a ella. "No he venido a abolir, sino a dar plenitud" (Mt 5, 17-37). Estas palabras de Jesús nos sirven al caso, las revelaciones a Bernardo vienen a dar plenitud a las de Margarita, no despreciemos la más mínima "tilde y letra" contenidas en ellas.

Tanto las apariciones de la Virgen en Lourdes y Fátima, como las de su Hijo en Paray-Le-Monial y Valladolid, corresponden a lo que el Cardenal J. Ratzinger (Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y futuro Papa Benedicto XVI) llamó "revelaciones privadas" que "se refieren a todas las visiones y revelaciones que tienen lugar una vez terminado el Nuevo Testamento cuya función no es la de completar la Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudar a vivirla más plenamente".

Dios se vale de ellas para que "el Espíritu de la Verdad nos guíe hasta la verdad completa" (Jn 16, 13). Dice el Cardenal Ratzinger que "no se trata de la normal participación externa de los sentidos: las imágenes y las figuras que se ven, no se hallan exteriormente en el espacio, como se encuentra un árbol o una casa", pero "no se trata de fantasía".Cuando el Bernardo F. de Hoyos veía a Jesús era tan real como cuando Bernardita veía a la Virgen en la gruta de Lourdes. Quizá es más evocativa la gruta junto al río Gave, que un templo en pleno núcleo urbano rodeado de ruido y de coches. Ciertamente, esto nos influye, pero nunca debe eclipsar la realidad que en sus muros aconteció; ¡y de mayor privilegio!, pues no fue criatura humana, sino Persona Divina quien se reveló a Bernado F. de Hoyos prometiendo para España lo más glorioso y consolador que podemos anhelar: Su Reinado. Un Reinado de verdad y vida, de santidad y gracia, de amor y paz... el Reinado de su Corazón Sacratísimo.

A los suspiros de Bernardo, que anhela la extensión de la devoción a su Sagrado Corazón, Cristo Jesús le respondió con la Gran Promesa de Reinar. Los fines de la devoción al Corazón de Jesús: CONSAGRACIÓN Y REPARACIÓN, son los medios poderosos para la implantación de su Reinado en las almas. La idea de consagración personal que el P. Hoyos hizo, practicó y recomendó, encierra una peculiaridad de pleitesía, de vasallaje, de Reinado.

Bernardo no solo es el primer apóstol de la devoción y culto al Corazón de Jesús en España y en el Mundo Hispánico, sino también es el Apóstol de su Reinado. Juntó admirablemente la devoción a su Corazón y a su Realeza, dos siglos después, las uniría oficialmente S.S. Pío XI en la Encíclica "Miserentissimus Redemptor".

                Para formular su Promesa, Ntro. Señor Jesucristo escogió la fiesta de la Ascesión, que contemplamos en la imagen central del Corazón de Jesús. El tiempo inaugurado con su Ascensión, del que somos contemporáneos, es tiempo para beber de su Costado abierto el Don del Padre, su Espíritu. Jesús ascendido a los Cielos, vive hoy como Sacerdote Eterno intercediendo ante el Padre para alcanzarnos "GRACIA Y MISERICORDIA" en una constante efusión del Espíritu que difunda la Salvación a la humanidad redimida. Pero el hombre desconoce "el don de Dios" (Jn 4, 10) y su Fuente, su sed no es saciada porque beben de lo que no es Él.

Qué bien supo Bernardo, no solo descubrir este "TESORO ESCONDIDO" de donde hay que beber, sino también valerse del Corazón Inmaculado de María para alcanzar su Agua vivificante. Fue el 8 de Diciembre de1726, siendo novicio, cuando se consagra a la Virgen como esclavo suyo, Ella le da a entender que su corazón queda guardado en el Suyo. 

"Para con el Eterno Padre, valgámonos del Corazón de Jesús, y para con Jesús, valgámonos del Corazón de María" (Tesoro Escondido).

En la cúpula de la Basílica, la ACTITUD SACERDOTAL de Ntra. Señora del Pilar, frente a su Hijo, nos atrae la bendición del Corazón de Jesús. Es su Presencia materna , simbolizada en "el pilar" que nos dejó, la que asegura la Fe que no ha de faltarnos, como prometió al Apóstol Santiago, si queremos que Él venga a reinar en nuestras almas.

Sin FE no hay REINADO, y su REINADO es el coronamiento de su FE. María es nuestra Madre en la Fe, Ella trasmite la vida a sus hijos, como le es propio a una madre. 

Porque somos el TESORO de Jesús, conquistado a precio de su Sangre , aquí se ha quedado su CORAZÓN VIVO Y PALPITANTE.

Contemplar su Presencia Eucarística, es entender el tesoro que soy para Él ... para su Vida, que ya no la concibe sin mí.

Donde estoy yo, allí está su Corazón. No olvides que te espera, y no esperes que te olvide. Hagamos de su Corazón Eucarístico nuestro TESORO para que también esté el nuestro con ÉL.  

Precisamente, este es un templo con esa finalidad... para que estemos con Él. Es una "casa de oración" consagrada para la expiación de los pecados cometidos contra su Corazón, donde, expuesto el Stmo. Sacramento de forma permanente, excepto en la santa misa, pueda ser continuamente acompañado, consolado y reparado.

"LA AFRENTA ME DESTROZA EL CORAZÓN, Y DESFALLEZCO. BUSCO COMPASIÓN, Y NO LA HALLO, CONSOLADORES, Y NO LOS ENCUENTRO" (Sl 68, 21).

Este templo pone de relieve el reclamo de Jesús a sus íntimos cuando los llamó a acompañarle en el huerto de los olivos:
"TRISTE ESTÁ MI ALMA HASTA LA MUERTE. QUEDAOS AQUÍ Y VELAD CONMIGO" (Mt 26, 38). 
 
Sintonicemos, pues, con su Corazón sacerdotal que ora al Padre, no nos dejemos vencer por el sueño. 
 

Es un "PROPICIATORIO", esto quiere decir que Dios se muestra aquí más favorable que en otros templos para escucharnos, más propicio para atender nuestras súplicas y más afín para derramarse. Uno sabe que el oro de sus oraciones y sacrificios tiene aquí más valor que en cualquier otro templo, por eso no hay lugar mejor para canjearlo.                                                                                                     Muchos muertos llevamos enterrados, como Tobías, con gran silencio y llanto. En nuestras "murallas" se abrió brecha con la Ley del aborto (1985), y por ella se cuelan todos los demonios que desolan nuestra nación. Teresa de Calcuta decía que cuando un país legaliza la Ley del aborto, no puede sanar hasta que esta quede derogada. ¡Qué gran verdad!. Esta es la primera batalla que hay que ganar, hay que restaurar esta fractura para que lo demás venga a colocarse de nuevo en su sitio.
 Lo que tiene que suscitar este templo en el corazón de los files es la actitud "reparadora de brechas" (Is 58, 12).
Solo así cumplirá su función, tan ligada al destino de España e Hispanoamérica.


 
Recuperar este santo lugar, es ganar "la tierra de María"... "es reconstruir antiguas ruinas, cimientos hace tiempo abandonados" (Is 58, 12).


Parece que el Reinado de su Corazón fuese ligado a la función de este templo, Relicario de su Promesa. Si "la fuente del Templo" permanece anegada, seguirá anegado nuestro país enfermo por el pecado. Si por el contrario, cumple con su función expiatoria, "penetrará su agua saneando todo y la vida prosperará a donde llega el torrente" (Ez 47).
 
Esta es nuestra responsabilidad: velar desde aquí por este saneamiento... es como si viniéramos a ser la vía, que por vena, posibilita al enfermo su pronta recuperación. Dios se vale de nosotros para inyectar la MEDICINA que restablece su salud lo antes posible y aminora su dolor. Siempre debería permanecer alguien en vela procurando este goteo: "SOBRE TUS MURALLAS, JERUSALÉN, HE COLACADO CENTINELAS, NI DE DIA NI DE NOCHE NUNCA CALLAN" (Is 62,6).

. Los hospitales siempre están abiertos... las peores enfermedades no son las del cuerpo, sino las del alma, y estas, quedan desatendidas. Quiera Dios abrir estas puertas permanentemente como lo está su Corazón emanando la Salvación en una constante efusión del Espíritu. Sea este templo un CENÁCULO VIVO.
¡No perdamos visión!

En una ocasión preguntaron a tres hombres, que tenían el mismo oficio, a qué se dedicaban. El primero contestó que picaba piedra; el segundo, con algo más de miras, respondió que mantenía a su familia y el tercero contestó: ¡Estoy haciendo una catedral! Con ese espíritu de grandeza, se entregaba a su humilde oficio cada día. ¡Cuánto más nosotros con nuestra oración y sacrificio tallamos esas "piedras vivas" queriendo que no se pierdan para Su edificio! ¡No perdamos la visión de grandeza en nuestra encomienda!  

 

En medio de un revuelto oleaje, con peligro de naufragar, vemos a una barquilla que lleva en el frente de la proa la fachada de la Basílica-Santuario de la Gran Promesa.

Desde este templo se eleva al cielo la plegaria:
"Sagrado Corazón de Jesús, sálvanos que perecemos".




 "El Reino de los cielos sufre violencia" (Mt 11, 12)
Una de las notas características de la personalidad de esta Basílica es el recuerdo perpetuo de nuestros mártires en el altar dedicado a Jesucristo, Rey de los mártires. Después de un homenaje público a los 7.299 mártires, sus nombres fueron depositados en magníficos álbumes en este altar.



Seamos fieles custodios del recuerdo de aquellos que nos regaron con su sangre... reguemos con la entrega de nuestras vidas las almas que son preocupación del Corazón de Dios.

La Iglesia recuerda, con memoria obligatoria, a los mártires de España del siglo XX el día
6 de Noviembre. Quiera Dios no sea el único día para nuestro reconocimiento y agradecimiento.

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